miércoles, 20 de diciembre de 2017

La sangre

Escrito en semana santa del año 2013
La semana pasada fue Semana Santa, la semana más importante del año para los que somos creyentes, ya que en esta semana ocurren los sucesos más importantes que constituyen el centro de nuestra fe, la muerte y resurrección de Jesús, y algo en lo que yo me he quedado pegada esta vez es en la atención que ponemos algunos creyentes y algunos no creyentes en el tema de la sangre, ese elemento simbólico que en muchos casos significa mucho más que sólo lo que cita el diccionario como un tejido fluido que circula por capilares, venas y arterias de todos los vertebrados. El diccionario dice que su color rojo característico es debido a la presencia del pigmento hemoglobínico contenido en los eritocritos, pero a veces cuando se coagula, el color suele volver algo café o incluso negro.


Pero por qué la sangre? ¿qué tiene este elemento que nos produce muchas veces rechazo, otras veces admiración como es el caso de la llamada "sangre azul" y otras veces curiosidad, morbo, y en mi caso se convierte también en un símbolo de fe?

Yo me quedé pegada con la sangre porque en esta semana le hacen especial incapié, además de que me vi "La pasión de Cristo" y la película es casi tan sangrienta como las de Tarantino, quizás más, y lo difícil de verla es pensar que esta historia para mí es muy real, y que la recreen de esa manera me encoje el corazón, porque me hubiera gustado que sea menos cruda, pero eso hubiera sido ser quizás poco realistas y condescendientes. 

Lo que me causa curiosidad es todo lo que se ha escrito o dicho alrededor de la sangre, que si eres de sangre azul eres de mejor "alcurnia", (qué tiene que ver con eso la sangre?), que si derramas sangre por amor a tu pareja es porque eres apasionado y lo amabas en verdad, o que si en una pelea está presente la sangre eres un violento sin control. Incluso ahora se han puesto de moda los vampiros, que en su buena época Bram Stoker describió de la mejor manera en drácula, como seres oscuros que para poder vivir se alimentaban de la sangre de sus víctimas, y al momento de chupar su sangre, esto se convertía en un acto bastante erótico con tinte sexual. 

Para mí esta semana, la sangre adquirió otro significado. Al recrear la última cena de la pascua judía, había algo que no me cuadraba, creo que era sobretodo esa dualidad de lo siniestro y macabro que había en que los Israelitas se alegraran por la muerte de los primogénitos egipcios, y que celebraran al mismo tiempo su libertad y su vida, por ser el pueblo elegido de Dios, que sentía la predilección, la salvación y la vida. Se supone que Dios les dice a los israelitas que para que ellos puedan escapar de la dominación judía, tenían que ofrecerle un sacrificio que consistía en matar un cordero, y con su sangre marcar la puerta de sus casas, para que así Dios pudiera diferenciar que las casas marcadas eran judías y al ir a las casas que no tenían esa marca, pudiera matar al primogénito de ellos porque iba a saber que era egipcio. Entonces ellos iban a estar tan afectados por las muertes que no se percatarían del escape de los israelitas. Para ellos la sangre significaba muerte y vida y por esto se alegraban. En otra parte de la biblia, dice que se prohíbe comer la sangre porque la vida de la carne está en su sangre y la sangre debe ser derramada para la expiación o purgación de los pecados. Y yo creo que es a esto que se apegan ciertas religiones cuando toman literalmente lo que dice la biblia para no comer sangre o dejarse hacer una transfusión sanguínea, y aunque respeto las creencias de cada uno, a mí la verdad esto me sigue pareciendo confuso porque el Dios que me enseñaron a mí y en el cual yo tengo derramada mi fe, es un Dios que me ama, que es amor ante todo, y no necesita "apaciguarse" con derramamientos de sangre, ni me reclama sacrificios para aplacar su ira, de hecho si creyera en un Dios así creo que le tendría miedo y no me daría paz sino coraje.  


Éstos días en el retiro de la semana santa cuando fui a encontrarme con Dios, sucede que me surgieron todo tipo de dudas y movimientos internos en torno a este proceso sangriento de la pasión de Jesús, y del no terminar de entender el por qué de tanto sufrimiento y tortura, pero de repente todo se volvió más claro. Dios tiene esos caminos de esclarecerlo todo de repente, cuando a uno sólo le invaden las dudas y las preguntas. 

Al recrear este año la cena como la vivió Jesús junto a sus discípulos, y hacerlo en mi casa, con mis amigos, mis jefes, mis compañeros de trabajo, en un clima de entrega y confianza porque la mayoría nunca había vivido esto antes, algo cambió. En esta cena Jesús se convierte en el cordero pascual, para ser el ejemplo de amor más grande, ser la mayor muestra de amor que ha tenido el mundo al dar la vida por sus amigos. Jesús viene y le cambia el sentido a la sangre, del que había en aquella época sobre el sacrificio, sufrimiento y muerte, y él la convierte en ofrecimiento y vida. Porque el que no da su vida por los demás, el que no está consciente de que una vida sin ofrecimiento no sirve, está perdiendo su vida. Desde que llegó Jesús la sangre ya no tiene el sentido de que hay que derramarla para aplacar la ira de Dios. Ahora el ofrecimiento del cordero de Dios cobra sentido al sentir que Dios nos escoge para revelarnos esta buena nueva de la invitación que nos hace su hijo para ofrecer la vida por los demás. Lo que el cordero viene a hacer es mostrarnos la raíz del egoísmo, del pecado, que está en pensar sólo en nosotros, sólo en los míos, en nuestro "super yo inflamado" y olvidemos al resto. Jesús convierte su sangre en su vida, en su alma, al decirle a sus amigos que la beban, que él se las entrega.

Siempre he estado acostumbrada a ver la sangre como algo sufriente, y es porque siempre se asoció la sangre al alma, a la vida, si te desangrabas, se te iba la vida. Aún en éstas películas de vampiros que mencioné antes, la sangre sigue siendo vida. Hoy en día cuando nos piden donar sangre para algún amigo o desconocido, también quiere decir que hay una vida allá fuera esperando por mí, para darle vida. Sin la sangre una persona no puede vivir, pero aún así nos cuesta pensar en que esa petición que nos hacen para donar vida está hecha para nosotros. Hay un poema de Claudio Bertoni que retrata súper bien, lo que quiero decir (lo pongo a continuación). 
Aquí Bertoni con un escrito simple expresa como el ir a donar sangre se convierte en una molestia muchas veces, nos saca de la comodidad, y aunque me da "pena" que haya alguien que necesita esa sangre, espero que sean otros los que vayan a donar. En el poema Bertoni dice que él no va a ir, y como él es así, así debe ser todo el mundo, y nadie va a ir a donar sangre, incluso se excusa diciendo que es mentira, que en realidad no hay nadie que necesita sangre, sino es un simple engaño que la televisión usa para que no digamos que los medios de comunicación no ayudan. Y luego termina diciendo como en reflexión, que sí debe haber alguien que necesita sangre y que se alegra de no ser él.  Creo que todo este enredo que escribí en torno a la sangre resume una cosa: Que Jesús nos llama a ser esos donadores de sangre, de vida a los demás, y no sólo literalmente sino a que me llama a superar esa lógica insaciable del "yo inflado" y me llama a entregar mi vida por los demás, a vivir mi vida como ofrenda constante, porque mi vida tiene sentido cuando la doy, porque mi sangre tiene sentido cuando la derramo. La vida es para quedar sin sangre, ojalá todos podamos y ofrecernos a los demás como lo hizo Jesús. Quiero vivir, quiero servir, y hasta de eso morir!!!


POEMA DE CLAUDIO BERTONI: Piden sangre por las puras


SANGRE (I)
cuando piden sangre en la tele
pienso que a nadie le importa
o que le importa a alguien
pero hasta el punto
de salir a tomar una micro en la noche
para ir a darle sangre a un desconocido
–hasta ese punto–
creo que a nadie le importa.
SANGRE (II)
cuando piden sangre en la teleyo no voyesperando que otros vayan
y ni siquiera espero que otros vayan
en verdad pienso que nadie va
y que piden sangre por las puras
para que después no digan
que la tele no ayuda
que la gente no ayuda
que el país no ayuda. 
SANGRE (III)
cuando piden sangre en la tele
doy gracias a Dios
por estar en la casa viendo las noticias
y no en la posta
con un tubito
saliéndome del brazo
esperando que algún Claudio Bertoni
venga y me dé sangre.

sábado, 23 de septiembre de 2017

Mi mayor proyecto!!!

Tengo poca tolerancia a la frustración, odio esperar, no sé cruzar la calle, soy impuntual, la impaciencia siempre me gana, lloro por todo, no me gusta madrugar ni desayunar, nunca aprendí a andar en bicicleta, como por ansiedad, soy dispersa y distraída, me duermo con el maquillaje puesto, no aguanto mucho estar en temperaturas muy altas o muy frías, casi siempre me olvido de usar protector solar, siempre me caigo y por eso tengo muchas cicatrices en las rodillas, me muerdo las uñas, soy muy confiada y olvidadiza, soy engreída y desordenada, no soy buena ama de casa, no me puedo tomar ni comer nada muy caliente, me da miedo la oscuridad, no me gusta estar ni hacer cosas sola, las peliculas de terror no me dejan dormir meses pero igual las veo, soy muy intensa para todo, tuteo a todo el mundo, no me gusta que me soben pero me encanta que me rasquen la espalda, hago sonidos raros cuando me dan masajes, soy mandona, sobre analizo todo, soy bastante "drama queen", soy super desubicada y a veces ingrata con mis amigos porque no los llamo ni quedo con ellos, no me gusta ver noticias ni hacer ejercicios, me cuestan las críticas, soy terca como una mula, soy orgullosa y a veces para no sentirme vulnerable soy hostil con la gente que quiero por miedo a que me puedan herir primero, me juzgo mucho, tengo pánico escénico, a algunos animales les tengo miedo, cuando tomo una decisión lo hago sola sin conversarlo con nadie, le tengo miedo a las alturas, me cuesta confiar en las decisiones que tomo, no me gusto como quisiera, me aburro rápido de las cosas, soy muy insegura, pero....

Al mismo tiempo soy amorosa y cariñosa, sé escuchar, amo a mi familia y amo a mis amigos y trato de estar para ellos siempre que lo necesiten, soy sensible y generosa, soy agradecida, me afecta lo que le pasa a la gente más vulnerable e intento poner mi granito de arena para ayudar a mejorar esa realidad de injusticia que vivimos, soy desprendida de las cosas, me gusta hacer reir a la gente e intentar que se sientan mejor si están cerca de mí, digo las cosas desde el corazón (a veces desde las tripas, pero el punto es que salen del alma directito), soy honesta y directa, soy chistosa y jodona, sé reirme de mí misma, soy creativa, me encanta cocinar y dar amor con comida, a la gente que quiero le canto o le pinto, me gusta acompañar, confío en Dios y creo que la fe es un regalo divino, amo el mar e invitar a la playa a mis amigos, sé perdonar y pedir perdón cuando hiero a alguien sin querer y cuando me equivoco, disfruto la música, el arte, la comida, me encanta besar, abrazar y morder, me encantan los perritos, soy fuerte y valiente, estoy aprendiendo a enfrentar mis miedos, a conocerme y quererme más, me encanta acostarme en el césped y sentir la tierra, me encanta flotar en el mar y mirar el cielo (es una de las cosas que más me hace sentir agradecida con Dios), me gusta aprender mucho de diferentes cosas, me encanta ver thrillers y peliculas de amor, me sé muchísimas canciones de disney y las peliculas creo que las disfruto más que muchos niños, si alguien habla mal de alguien que quiero lo defiendo, no me gusta la hipocresía, creo que todo lo que tengo y lo que soy es un regalo y por eso lo disfruto y agradezco e intento compartirlo con los demás, tengo más defectos que virtudes pero aún así siento que soy una persona que vale la pena y quiero seguir trabajando en mí, hasta lograr ser una mejor Macky, mi mejor versión, la que he soñado y la que papito Dios soñó para mí! 

lunes, 18 de septiembre de 2017

70 veces 7!!!

Ayer casualmente estuve 2 veces en misa. En la mañana en CVX y en la tarde con mi comunidad. El evangelio trataba acerca del perdón y de que como buenos cristianos tenemos que perdonar siempre, sin límites. Que jodido! Jajaja.


Por algo me tocó esxuchar dos veces ese evangelio pienso yo, a ver si de verdad entra en mí.
En mi caso creo que perdonar no se me dificulta tanto, pero que no me perdonen sí, es casi lo mismo no? Me da coraje cuando me he peleado con alguien o nos didtanciamos por tal o cual motivo y luego yo ya perdono, se me pasa el coraje y lo que sea, pero la otra persona no. Y me pregunto por qué? Es difícil entender al otro y lo vuelvo a juzgar y me vuelvo a poner en una posición de que cómo así no me perdona si yo ya lo perdoné. Me cuesta que no me reciban de vuelta o que no me quieran, porque uno se siente todo buenito y generoso pero a veces no es tan así. Y además el perdonar a alguien no debería ser una forma de manipular la situación porque no es una garantía que la otra persona te quiera de vuelta otra vez. Uno debe perdonar sin esperar nada a cambio, sólo por amor.

Yo creo que cuando uno perdona a alguien lo hace de corazón, sin embargo, si esa persona te falla una y otra vez, el corazoncito se vuelve más frágil y a veces aunque perdones, volver a confiar es difícil, como que ya no le crees tanto. 

Creo que es un sentimiento bastante humano el quedarse dolido o resentido, pero también estamos llamados a despojarnos a veces de ese ego o malos pensamientos que tenemos sobre otros e intentar salvarlos. Salvar su proposición, confiar en que si hicieron algo que nos causara daño no fue con malicia, que en el fondo la gente es buena y que a veces si actúan egoistamente no es por dañar sino por no darse cuenta, y uno con el amor con el que responde siempre, con ese perdón de corazón, lo que está haciendo es salvándolo. 

El padre Fernando ayer ponía el ejemplo de Los miserables, y todo el que ha visto esa película sabe que la vida de Jean Valjean dio un giro completo gracias al sacerdote que no lo acusó por el robo que cometió, sino más bien, le cambió sus esquemas completamente al reaccionar con perdón y misericordia ante lo que había hecho.
¿Por qué nos cuesta tanto perdonar? Nos cuesta perdonarnos a nosotros mismos. A mí me pasa que a veces estoy en la ducha pensando en alguna cagada que hice, y sólo de pensar en eso, me erizo toda. Uno se flagela mentalmente un montón de veces al día, en vez de resaltar las cosas buenas, ando por ahí "latigueándome" por lo que no hice bien. Entonces si perdonarnos a nosotros mismos nos cuesta, cómo no nos va a costar perdonar a los demás? Nos defraudan el ego, la confianza y el amor, es verdad, pero acaso también nosotros no nos equivocamos? El mandamiento era amémonos los unos a los otros, no juzguémonos los unos a los otros.

Desde ayer hay algo en mí que me mueve por dentro. Quisiera dejar de juzgar, aprender a perdonar y a mirar a los otros con misericordia y amor. Ayer en misa le pedía a Dios que cambie mi corazón para que sea más compasivo y menos reactivo y para que aún a pesar de las cosas que me cuestan pueda aprender a soltar y dejarlo actuar a él en mi relación conmigo misma y con los demás. Ojalá aprendamos que el perdón no es nada más que el amor en acción, que si cambiamos nuestra forma de ver a los demás podremos ser más felices y menos negativos y que si actuamos siempre con una respuesta amorosa, aunque a veces pasemos de ingenuos, quizás en el otro esa reacción inesperada de amor, pueda generar un cambio, y también se vuelva más amor, o quizás no, pero al menos en nosotros siempre va a poder encontrar una respuesta de misericordia.

domingo, 2 de julio de 2017

Luchando contra la ansiedad... un día a la vez!

Me despierto, no abro los ojos porque aún no ha sonado la alarma. Siento igual que entra el sol por la ventana, escucho ruidos en la calle, sé que ya es de día, antes de las 8. Solo quiero que sea sábado para quedarme en la cama, pero no. Suena la alarma. Abro los ojos y presiono el botón de posponer. Juli ya no está en la cama, mi perrito taquito me mira y me empieza a lamer los ojos para que me levante. Me tapo toda con el edredón.
Taquito empieza a ladrar para que juegue con él. Yo sigo debajo del edredón. Suena otra vez la alarma, la pospongo otra vez. Pienso que se va haciendo tarde y tengo que ir a la oficina. Qué difícil es levantarse de la cama. Me duele el cuerpo, me siento cansada como que no he dormido la suficiente aunque fueron 8 horas. 
No quiero ir a la oficina, no me quiero parar de la cama, pero tengo cosas que hacer y son mi responsabilidad. Suspiro! Juli sale del baño a darme besitos, me mira sonriente y me dice buenos días, que me ama y que soy hermosa. Lo miro y sonrío, creo que me ama pero no le creo que soy hermosa. Se sienta en la cama junto a mí y me mira de la forma más tierna, le digo que me abrace. Es el mejor abrazo del mundo. No me quiero soltar, quiero que el tiempo se detenga, ahí estoy feliz. Taquito gime porque se quiere subir a la cama, apoya sus patitas a mi lado para que lo suba. Lo subo a la cama y me empieza a dar besitos en las manos con una que otra mordida. Y pienso que es más tarde, que sigo en la cama a las 8:15 y que cómo es posible eso. Afuera hay gente trabajando desde hace hora y media o más. Suspiro. Juli sonríe y me dice que hoy va a ser un gran día, me acaricia la cara y me mira con amor. Yo solo miro a taquito acostado sobre el edredón, pero me siento mirando al infinito. Ya no consigo sonreirle a juli de vuelta. Me pregunta si no quiero ir a la oficina y niego con la cabeza, y le digo que tengo que ir. Me dice que él ya se tiene que ir, si necesito algo. Le digo que no. Me dice que me tome las gotitas y las pastillas y va a buscarme agua. Me tomo las gotitas y las pastillas, me incorporo a ver si ya me voy a bañar. Bañarme es un esfuerzo. Levantarme de la cama es un esfuerzo, pero tengo cosas que hacer, no puedo quedar mal con las personas en el trabajo. Juli se despide, me dice que me ama y que soy bella, me da muchos besos. Se va con taquito. Me quedo sentada en la cama mirando al infinito. Es como si me pesara todo el cuerpo. Me duele la barriga como todos los días. Suspiro. 
Cojo el celular y ya son las 8:30, abro Facebook, abro Instagram, abro mi mail, reviso y "leo" todo a la rápida. Veo qué hay un video en Facebook de un programa de talentos. Es la historia de una muchacha sorda que canta maravilloso, que a pesar de su sordera siente las vibraciones al cantar y siente que tiene que seguir sus sueños. La historia me emociona, y pienso que yo estoy completa, con todos mis sentidos bien y sigo en la cama. Me siento un fracaso. Me levanto y voy al baño, me miro en el espejo y no me reconozco, no me siento bella para nada como dice juli. Abro la llave de la ducha para que caliente el agua. Cojo el cepillo de dientes y lo miro, me miro al espejo, que esfuerzo lavarse los dientes, pero los siento sucios, me siento sucia. Me lavo los dientes. Intentó cepillarlos todos y la lengua bien, como me enseñaron cuando era niña. Me miro los dientes en el espejo y están todos cuarteados. Antes tenía lindos dientes y ahora me los he dañado y están horribles. 
Me quito la Pijama y me meto a la ducha, es rico sentir el agua caliente, que pereza lavarme el pelo, rasurarme, ponerme el tratamiento del pelo, pero tengo que ponérmelo porque tengo el pelo horrible de tanto pintármelo, pero es que con el pelo oscuro me siento más fea. Me pongo el shampoo y pienso que voy a llegar tarde a la oficina como siempre, menos mal no tengo que marcar tarjeta. Me enjabono el cuerpo y me miro pensando lo mucho que he engordado, el año pasado estaba mucho más delgada con el tratamiento que hice, boté a la basura esa plata, soy un fracaso. Salgo de la ducha y Tengo que vestirme rápido porque estoy tarde. Me pongo la ropa interior y me paro frente al Clóset sin saber qué ponerme. Hará frío o hará calor, esa blusa ya me puse el otro día, este saco no abriga lo sufieciente, reviso un lado del closet, luego el otro. Creo que nada me va a quedar bien, me siento gorda, me pongo una faja. Aún no sé que ponerme. Cojo el Jean que me puse ayer, me pongo medias y los botines de ayer. Cojo cualquier blusa y me pongo un suéter encima. Suspiro. Pido Easy taxi. No tengo ni tiempo para desayunar, pero si me hubiera levantado antes hubiera podido hacerlo. El queso y el pan se van a echar a perder, soy un desastre, como voy a desperdiciar la comida. Llega el taxi, y me llama el chofer. Le digo que ya bajo. Cojo la mochila y el cepillo de cabeza. Me peino en el ascensor. Subo al taxi y le doy la dirección. Saco mi cosmetiquera y me miro al espejo, tengo la piel tan fea, la cara tan reseca. Me pongo la crema de cara. Y guardo todo, llego al trabajo, le pago al chofer, subo a la oficina, sonrío a todas las oficinas y saludo diciendo buenos días. Llego a mi puesto y me cuesta saber por dónde empezar. Hago una lista de todos los pendientes para poder ordenarme. Cojo mi celular y miro el Facebook, pasó varios minutos así y luego me digo que por qué estoy perdiendo el tiempo si tengo tanto que hacer. Soy un desastre.  Dejo el celular, prendo la compu y empiezo a trabajar. 
Escribo, abro archivos, hago informes, respondo correos, veo el Facebook y me aparecen videos de maquillaje. Sale un video de Vogue de una modelo alistándose para una fiesta. Me encanta su vestido y su maquillaje, Me pregunto por qué no estoy haciendo eso sí es lo que me apasiona. Suspiro. Cierro el Facebook. Mi jefa me pide responder unos correos en inglés, y me olvido de algunas palabras y tengo que buscar cómo se escribían. Que horror, para qué estudié en un colegio bilingüe si igual no recuerdo cómo escribir palabras tan fáciles. Ya es hora de almuerzo y aún me falta terminar varios informes, por estar distraída pensando tonteras. Suspiro. Me pongo el aceite de serenity en la muñeca a ver si me calma. Lo huelo profundamente. Me encanta su olor. Respiró profundo 3 veces, voy al baño antes de bajar a almorzar. Me miro en el espejo del baño y no me reconozco. Me engordé de un día para el otro? No tenía esta papada, que horrible. Voy a buscar mi maquillaje, me pongo un poco, me hago el contorneo para no verme tan gorda, me peino otra vez, se ve súper reseco el pelo, me lo cojo, se me ve más gorda, me lo suelto. Suspiro. Bajo a almorzar. Una amiga me dice que estoy muy guapa hoy. Le digo que gracias pero pienso, será que los demás días me veo tan mal?. Me sirvo el almuerzo, "mastica y traga, mastica y traga", las palabras que me decía mi mamá cuando era chica y me tocaba comer. Me acabo la comida antes que todos. Por qué como tan rápido? Porque no pedí dieta? Comer me hace sentir mal. Me tomo un té para ver si con eso escondo el cargo de conciencia. Una amiga me dice que le de un taller de maquillaje, eso me entusiasma, le digo que ponga la fecha y yo voy feliz. Se levantan todos, yo tb y voy de regreso a la oficina. Ni siquiera traje el cepillo para lavarme los dientes, que horror, nuevamente pienso mal de mí, y me siento como si fuera mi enemiga, por qué no me puedo fijar solo en las cosas buenas. Que desastre. Me siento en mi puesto, me siento agotada. Tengo miles de pendientes y es difícil saber con cuál continuar. Empiezo por el que terminaré más rápido para poder tachar algo de la lista. Informes, reportes, mails, Facebook, informes, drive, skype, WhatsApp. Así pasa la tarde, ya son las 5 y aún no termino las cosas que tenía que hacer. La gente se despide y se empieza a ir. Me apuro en terminar los informes, termino 2, uf puedo tachar dos de la lista de pendientes. Ya son las 7 y estoy sola en la oficina. Llamo a juli a ver a qué horas sale y si me puede venir a recoger, me dice que está con mucho trabajo y aún se demora, que si me puedo ir en taxi a casa, obvio le digo que no se preocupe. Pido un easy taxi y pienso por qué todo el mundo se va y regresa al trabajo en bus y yo cojo taxi, me siento mal. Me da miedo estar sola en la oficina y apagar las luces. Me pone nerviosa la oscuridad. Bajo a la salida, ya llegó el taxi, le pido que me lleve a mi casa, hay mucho tráfico, pienso que me hubiera podido regresar caminando, y llegaba más rápido, ahorraba plata y aprovechaba de caminar, pero me da miedo volverme caminando, ni siquiera sé por qué si no tengo nada que me roben. Excusas, soy una vaga. Llego a la casa y juli aún no llega. Me meto a la cama debajo del edredón a mirar el celular. Me siento sola. Pasa media hora y llega juli con taquito, me dan besitos. Juli saca a taquito al baño, le da de comer. Yo sigo mirando el celular. Me pregunta que cómo me fue hoy le digo que bien, que me abrace. Estoy con pena y no sé por qué, me pongo a llorar, él me abraza, le pregunto si me ama, me sonríe y dice que muchísimo. Le digo que ya voy a estar bien que no crea que voy a estar así siempre, que no se aburra de mí. Me dice que nunca, que si necesito llorar y estar con pena, él va a estar ahí para abrazarme, que me ama para siempre. Pienso que es un príncipe pero igual me da miedo que se aburra de mi y de que esté triste y se vaya con alguien que lo haga más feliz y que no tenga tanto drama encima. Pienso en el año pasado cuando bajé 30 lbs y mi papi me dijo que qué bueno porque él estaba preocupado por mi relación con juli, que los hombres se fijan mucho en eso y estar tan gordita lo podía ahuyentar, pienso que tengo otra vez todas esas libras encima y que juli me puede dejar por alguien más. Me da miedo, lloro más fuerte por pensar que eso podría pasar. Me levanto de la cama y voy al baño, mientras estoy ahí escucho que juli pone un mensaje de voz que ha mandado su mamá. Dice que le preocupa que me lleve a los viajes del trabajo porque él también tiene que trabajar y que va a estar muy cansado, que no cree que sea buena idea. Me da tristeza que su mamá no piense en lo importante que es para mí que él me acompañe y que no esté sola, salgo del baño y se lo digo a juli, lloro más. Me dice que no me preocupe que él nunca me va a dejar sola y que su mamá no sabe lo que estamos viviendo. A veces siento que su familia cree que no soy suficiente para él. El me dice que nada que ver, que todos me aman, y yo tb lo he sentido pero igual a veces no me siento suficiente. Lloro mucho, no sé qué me pasa, no es tan grave. Por qué me cuesta tanto disfrutar y agradecer mi vida? Que en verdad es linda, me siento mal agradecida. Le digo a juli que reiniciemos el ejercicio que hacíamos antes todas las noches de agradecer por todo lo lindo del día y. Me dice que claro, pero prefiero empezar mañana, hoy no tengo ganas. Siento hambre, le pregunto si hay algo de comer, me dice que no, pero qué hay piqueos, que comamos eso mientras vemos alguna serie que me guste. Le digo que bueno. Me pongo el aceite en las muñecas, me tomo el rivotril, me calmo un poco. 
Juli trae papitas y nachos con cola, le digo que somos un desastre para comer, se ríe, me río yo también. Ponemos la serie y nos acostamos abrazados. Vemos varios capítulos, nos da sueño, apagamos la tele y le digo que me apapache para dormirnos, me siento agotada, me quedo dormida mientras nos abrazamos. 

Hoy es sábado me despierto, escucho a taquito caminando encima de la cama, encima de nosotros, me da risa, me hago la dormida para que se acueste otra vez, llora un poquito y se acuesta otra vez. Pienso que mala soy, pero que es sábado y aún es temprano y solo quiero dormir. Me duermo otra vez. Sueño qué hay unas personas pegándole a juli porque me había engañado con una mujer de una foto, les digo que no es posible, que cuál mujer, la miro y me doy cuenta que es su hermana y les digo que son unos idiotas, que es su hermana y que dejen de pegarle, juli está sangrando en el suelo, me acerco a levantarlo pero le sangra la cara, el brazo y el pie, casi no puede caminar, me angustio tanto, me levanto asustada. Veo que juli sigue dormido y lo abrazo. Me besa y se levanta al baño y a darle de comer a taquito, le cuento el sueño y me dice que feo, que eso no podría pasar nunca. Él me tranquiliza. Me propone que nos bañemos y saquemos a taquito al parque, le digo que más tarde, que ahora solo quiero dormir. Me duermo otra vez. Me levanto y todos duermen, me pongo a ver el celular. Veo un mensaje de un amigo diciendo que había taller en Cvx, me olvidé, que bruta, igual necesitaba dormir. Ya es casi la 1 de la tarde, juli y taquito se despiertan, me pongo a jugar con taquito, me dice juli que vayamos a comer algo. Solo de pensar en salir siento un peso enorme. Me dice que si prefiere puede hacer un asadito y comemos algo mientras vemos series, eso me suena a mejor plan. Prende la parrilla que está en el balcón afuera del cuarto, yo sigo en la cama, regresa y se acuesta conmigo mientras se baja el fuego al carbón. Taquito también viene y se acurruca con nosotros. Qué rico. Necesitaba un día así. Llaman mis primos y nos invitan a almorzar, pero les decimos para mejor juntarnos en la tarde que recién estamos cocinando. Los invitamos a casa, a las 5 y media, seguimos viendo series, comemos, juli se va a bañar, ya son las 5:30 y yo no estoy lista, me voy a bañar súper rápido, llegan primos, salgo del baño y me visto, me veo fatal, pero no voy a pensar en eso, salgo a saludar, y la casa está hecha un asco, taquito ha sacado la tierra de las macetas y está por toda la sala, qué vergüenza, hay platos sucios y la casa desordenada, qué vergüenza, limpio y ordeno un poco. Me da vergüenza tener la casa hecha un relajo, mi prima tiene siempre todo tan impecable. 

martes, 10 de enero de 2017

¿Ética del consumo?

Ayer el chino, Fernando Insua, me hacía una pregunta sobre ética del consumo, o por decirlo más fácil, ¿qué decisión tomar cuando no tienes mucha plata (o no quieres gastar mucho) y necesitas comprarte algo barato y bueno, pero algunas de las tiendas que ofrecen esos productos, sabes que ocupan trabajo infantil o realizan explotación laboral para luego poder vender a "buenos precios"?
La verdad es que, aunque le respondí que evito comprar en esos lugares, la cosa es bastante más grave que eso. (Carajo Chino! ¡¡Sólo tú haces de la nada ese tipo de preguntas que me dejan pensando varios días!!!!)
Es cierto que con varias de mis amigas ( v, b, na, da), hemos hablado varias veces sobre ese tema, y aunque no todas tenemos una opinión igual al respecto, hay varios puntos interesantes que debemos considerar.
Algunas dicen que saben que mucha de esa ropa se hace con trabajo esclavo, y aunque obviamente no quisieran que eso fuera así, esas realidades a veces las vemos tan ajenas a nosotros, o tan lejos, o pensamos que, aunque yo no compre ahí, igual habrá gente que sí lo hará, entonces ¿de qué me sirve si yo no estoy evitando nada con mi “no compra” ?, y más bien estoy evitándome de comprar algo que sabes que es bueno, bonito y barato.
Otras dicen que tienen una completa disociación con el hecho de comprar en esas tiendas y el trabajo esclavo. Es que cuando entras ahí como que se te olvida (o prefieres que se te olvide) que es ropa que no está hecha éticamente, y eso por decir una de las tantas cosas que involucra la industria de la moda, que es una de las más contaminantes a nivel mundial y no sólo hace daño directo a las personas que explota, sino también al planeta por la forma de tinturar las telas, los desechos de las fábricas y el uso indiscriminado de agua. Pero en el fondo, si yo compro o no ahí, es irrelevante porque mucha gente alrededor del mundo lo hace, entonces no pasa nada, y volvemos al punto anterior.
En mi caso, evito comprar en esas tiendas, además de porque me parece el colmo que yo con una marca de ropa que intenta ser una marca responsable, me atreva a pisar estos lugares que son completamente todo lo opuesto a lo que profeso, creo que son unos lugares en los que la gente va a querer darse un estatus que existe sólo en nuestro imaginario, y las personas dejan de serlo para convertirse en percheros y objetos que van etiquetados con una marca, y aunque suene un poco exagerado, todo esto es real y creo que los mismos consumidores le quitamos la importancia que en verdad tiene por comodidad, por ahorrarnos unos centavos en el bolsillo (esto es para algunos, porque a mí igual me parece carísimo), y por hacernos los prácticos, y los que no nos importa andar vestidos de Zara, MNG, etc, sino que justo ahí había lo que necesitaba y me lo compré.
Igual no pretendo engañar a nadie, yo también he caído en la trampa de las “súper ofertas” y he ido a comprarme cosas en estas tiendas haciendo justamente todo eso por lo que me quejo ahora, pero a pesar de ello, creo que es un tema que hay que conversarlo porque, así como todos nos quejamos del “otro” que es corrupto, ser partícipes de esto, comprando ahí, aún sabiendo lo que pasa, es ser cómplices de esta situación. Y es que es fácil cambiar el mundo por Facebook, dando opiniones y diciendo “que vergüenza” y moviendo la cabeza de un lado al otro cada que vemos las noticias y gente que ha participado de coimas y otros actos de corrupción, y nosotros nos sentimos tan al final de toda esta cadena, que no nos damos ni cuenta que los consumidores somos los principales cómplices de que estas situaciones existan, y que si fuéramos un poquito más responsables con lo que consumimos, podríamos ser capaces de cambiar esta situación.
Ayer al chino le decía que vaya a comprar a tiendas nacionales que conozco, que a lo mejor no son aún lo que uno preferiría en calidad, pero al menos sabes que además de apoyar al consumo local, no estás enriqueciendo los bolsillos de un explotador abusivo.
Vuelvo a la pregunta que me hizo el chino, y pienso un poco más allá. Yo hago ropa, la patrono yo, compro los hilos, coso y todo, pero ¿y la tela? Sí, la compré en el país, o en otro país en una tienda que se veía “muy decente”, pero y ¿cómo sé cómo fue hecha esa tela? ¿Quién y en dónde la hizo?, y vuelve todo ese cuestionamiento anterior.
Es difícil y tedioso, y a ratos es más cómodo pensar que si me pongo a analizar hasta de dónde vino la tela, no voy a tener nada que ponerme, entonces mejor lo dejo ahí, y ya, pero si queremos que el mundo cambie, que exista la paz en todos lados y para todos, que no haya más abusos, como tanto profesamos en redes sociales y en mensajitos navideños del whatsapp, hay que pensar esas cosas que nos resultan incómodas, porque también importan (y más de lo que creemos), y empezar a ser más creativos y buscar soluciones para esos cuestionamientos que nos surgen cuando te llama un amigo a preguntarte dónde se compra un jean.